lunes, 4 de julio de 2011

Etica empresarial

La ética se ve involucrada en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, tanto en el ámbito social, como político, en  lo religioso, en lo empresarial entre otros.

La ética empresarial es un tema que nos afecta a todos como individuos, desde chicos a grandes, porque en algún momento de nuestra vida nos tocará ser o empleados o empleadores. Es importante mencionar que para ser empleadores, debimos haber sido antes empleados.

Propicia tomar decisiones con mayor fundamento contextual, adecuadas a la organización y con alto impacto en la cadena de valor, además de fortalecer la identidad e integración entre el rol de trabajador y la persona, mejorando el clima laboral y haciendo más eficiente el trabajo.

La palabra Ética parece estar siempre más ligada a las ciencias sociales que a la gerencia, más a la filosofía que a los números y la economía, más al pupitre que al escritorio, más a las aulas de clases que a la oficina... En el siglo XXI, nada más lejos de la realidad. La ética es hoy en día tan importante en una organización como la tecnología o los procesos. Y nos atreveríamos a decir que, incluso, más importante aún.

En un mercado donde cada día entendemos más la importancia de la interacción, de la corresponsabilidad, de respetar las reglas del juego, es indispensable que las empresas desarrollen códigos de ética, pensamiento ética y práctica ética entre sus empleados, especialmente entre aquellos quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones, de conducir a la organización hacia la estabilidad, la productividad y el éxito.

El final del siglo XX y este principio del siglo XXI se caracterizan dentro de las organizaciones por un retorno hacia lo humano, por entender al hombre como centro y razón de las actividades de las empresas, las instituciones, llámense éstos clientes, empleados, socios o cualquier otro apelativo. Una empresa sin ética estará, inevitablemente, condenada al conflicto y al fracaso.

Algo ético dentro de una la empresa (respecto al empleador), seria:

1.      Pagar un salario justo a los trabajadores, es decir, pagar lo que les corresponde por el trabajo y desempeño realizado en la empresa.
2.      Tratar a sus empleados con respeto, desde el más insignificante, hasta el del puesto mayor o mejor pagado, porque todos somos personas y por ende, con defectos y virtudes distintos.
3.      Reconocer los meritos del trabajador
4.      Motivar a sus trabajadores para que se sientan "a gusto" en su trabajo y lo desarrollen de la mejor manera.
5.      En cuanto al costo de sus productos, venderlos a un precio adquirible.
6.      En cuanto a la publicidad del producto, que no sea engañosa o confusa.
7.      Tener conciencia y sensibilidad ecológica


Algo ético dentro de la empresa, con respecto a los trabajadores seria:

1.      Trabajar lo que es debido: porque en muchas ocasiones trabajan menos y se les paga bien.
2.      Respeto, tanto para sus compañeros de trabajo, como para sus superiores.
3.      Honradez en las personas: tanto para los empleados como para los dueños o encargados de la empresa. Es un tanto difícil de cumplir con dicho valor, porque no siempre son llevados a cabo nuestros principios éticos en el trabajo.

Las personas que dirigen una empresa o son los lideres de la misma, deben servir a los demás, en lugar de servirse a si mismos. Si conservamos nuestros valores éticos (los valores positivos), podremos hacer que los demás miembros de la empresa imiten nuestro buen ejemplo.

Es importante mantener la comunicación entre unos y otros, para así lograr una sana convivencia y trabajo mejor realizado, entre unos y otros como "equipo" de trabajo que somos.

El mercado de valores

El Mercado de Valores español ha vivido en los últimos años un firme proceso de crecimiento. Los sistemas técnicos, operativos y de organización en los que se apoya hoy el mercado, han permitido que se hayan canalizado importantes volúmenes de inversión y se ha dotado a los mercados de una mayor transparencia, liquidez y eficacia.

Este crecimiento y las nuevas directrices de los mercados en el entorno europeo están orientando los actuales esfuerzos de todos los participantes del mercado de valores español.

Fruto de ello es la creación de Bolsas y Mercados Españoles (BME), sociedad que integra las diferentes empresas que dirigen y gestionan los mercados de valores y sistemas financieros en España. Agrupa, bajo la misma unidad de acción, decisión y coordinación, los mercados de renta variable, renta fija, derivados y sistemas de compensación y liquidación españoles. El grupo BME está integrado por la Bolsa de Barcelona, Bolsa de Bilbao, Bolsa de Madrid, Bolsa de Valencia, MF Mercados Financieros e Iberclear.

BME es la respuesta de los mercados españoles al nuevo entorno financiero internacional donde los inversores, intermediarios y empresas demandan una creciente gama de servicios y productos en un marco de seguridad, transparencia, flexibilidad y competitividad.
La unión de esfuerzos permite a los mercados españoles alcanzar una dimensión de primer nivel en el ámbito europeo, una estructura diversificada que engloba toda la cadena de actividad en los mercados de valores, desde la contratación hasta la liquidación, pasando por la difusión de información y servicios informáticos. Este tamaño y estructura permite un mejor aprovechamiento de recursos, la reducción de los costes y la racionalización de los servicios ofrecidos. Esta posición permitirá a BME desempeñar un papel decisivo en la configuración del mapa bursátil europeo.

La LMV encomienda a la C.N.M.V. la supervisión e inspección de los mercados de valores y de la actividad de cuantas personas físicas y jurídicas se relacionan en el tráfico de los mismos, el ejercicio sobre ellos de la potestad sancionadora y otras funciones.
El mercado de Deuda Pública del Banco de España es supervisado directamente por el propio Banco de España.

  • COMISION NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) fue creada por la Ley 24/1988, del Mercado de Valores, que supuso una profunda reforma de este segmento del sistema financiero español. Las Leyes 37/1998 y 44/2002 han venido a actualizar la anterior, estableciendo un marco regulador adaptado a las exigencias de la Unión Europea, propicio para el desarrollo de los mercados de valores españoles en el entorno europeo, e incorporando nuevas medidas para la protección de los inversores.


El objetivo de la CNMV es velar por la transparencia de los mercados de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores. La CNMV, en el ejercicio de sus competencias, recibe un importante

volumen de información de y sobre los intervinientes en los mercados, gran parte de la cual está contenida en sus Registros Oficiales y tiene carácter público.

La acción de la Comisión se proyecta principalmente sobre las sociedades que emiten u ofrecen valores para ser colocados de forma pública, sobre los mercados secundarios de valores, y sobre las empresas que prestan servicios de inversión y las instituciones de inversión colectiva. Sobre estas últimas, así como sobre los mercados secundarios de valores, la CNMV ejerce una supervisión prudencial, que garantiza la seguridad de sus transacciones y la solvencia del sistema.

La CNMV, a través de la Agencia Nacional de Codificación de Valores, asigna códigos ISIN y CFI, con validez internacional, a todas las emisiones de valores que se realizan en España.